Cuando hablamos de la transferencia de conocimiento y tecnología a la industria, el estado actual de las matemáticas en España no difiere mucho de la situación general observada a nivel europeo. A lo largo de los últimos años, numerosos estudios han sido llevado a cabo demostrando que, a pesar de que las matemáticas son una herramienta esencial para mejorar la innovación industrial, todavía queda un largo camino por recorrer para llevar la tecnología matemática a la empresa y armonizar las relaciones entre los dos mundos. En muchos casos, ya sea por falta de tiempo, la motivación o la experiencia, investigadores matemáticos rara vez incluyen la transferencia de conocimiento entre sus principales prioridades. También es difícil para las empresas percibir plenamente el valor que les puese aportar la participación de matemáticos para satisfacer las necesidades de la industria, el hecho es que el mundo de los negocios rara vez es consciente de las posibles mejoras que podrían llevarse a cabo mediante la colaboración con los matemáticos. A principios de 2010 un importante grupo de matemáticos españoles afrontaron esta situación y decidió asumir el reto de dar una solución innovadora, proponiendo una nueva forma de impulsar la transferencia de conocimiento matemático, en el que el papel de los investigadores sería plenamente proactivo.